Desmontando mitos sobre el atún

Existen muchos mitos que giran en torno al atún, pero ¿sabemos cuáles de ellos son ciertos y cuáles no?

Mito: La ventresca aporta más calorías por su contenido de grasa.

Verdadero. La ventresca es la parte correspondiente al vientre del atún, zona en donde se acumula más grasa y esto hace que tenga un sabor mucho más intenso y delicado que el resto de las piezas. Su carne de textura única y su laminado es idóneo para aperitivos, comer en crudo y cocinar al horno.

Además, cuenta con un alto contenido en proteínas y ácidos grasos poliinsaturados, idóneos para reducir los riesgos de enfermedades cardiovasculares.

Mito: No es un alimento versátil.

Falso. El atún es uno de los pescados más consumidos a nivel mundial y es un alimento en el que se ha innovado en su preparación, buscando en todo momento satisfacer las necesidades del consumidor. Puede prepararse de múltiples maneras, para toda la familia y el mercado ofrece una amplia oferta de preparados para hacer del atún un producto práctico, exquisito y nutritivo.

Mito: El atún es perjudicial para las mujeres embarazadas

Falso. El pescado azul es importante en la dieta de las mujeres embarazadas, tanto por su contenido en proteínas como por sus altos niveles de Omega 3, vitaminas B, D, yodo y selenio. Los ácidos grasos omega 3 presentes en el atún, participan en muchos procesos como la coagulación sanguínea y el funcionamiento del sistema inmune.

Que la futura madre cuente con unos buenos niveles de omega 3 es básico para el desarrollo de niño; pues varios estudios han concluido que un déficit de este ácido graso puede causar problemas de crecimiento y déficit de atención en el futuro recién nacido.

Asimismo, el atún ayuda a la protección de la salud de la madre durante el periodo de gestación, ya que, por un lado, reduce el riesgo de sufrir depresión postparto y por otro, es menos probable que se ocasione un parto prematuro o preeclampsia.

La cantidad recomendada de consumo de atún semanal en mujeres embarazadas puede variar según el peso y alimentación de la misma. Recomendamos consultar con su medio o dietista que cantidad debería consumir durante el embarazo y lactancia.

Y tú, ¿conoces algún mito más sobre el atún? Cuéntanoslo en nuestras redes sociales.